4.6.15

Au nord-est... Le sud



Montaje con imágenes del cómic y de la exposición en el Instituto Francés de Valencia con una versión de Zebda de la canción "Le sud" de Nino Ferrer; gran inspiración para contar esta historia de niños que pierden su paraíso por la guerra y deben resignarse y seguir sus vidas...

22.5.15

Un vernissage parfait au l'Institut Français...

14•5•15

Vivimos una tarde emocionante en el Institut Français, a cuyo personal damos las gracias por todas las facilidades que nos han prestado; su director Gérard Teulière que hizo una interesante introducción al  acto, Camille,Ester y Carlos. Presentando la versión francesa de nuestro libro y exponiendo originales de la novela y otras obras inspiradas en ella, realizadas en otros formatos y técnicas. Arropados por valientes amigos, familiares, aficionados y alumnos del Petit Atelier d'Arts, que se atrevieron con el sofocante calor argelino que vino a arropar una historia sobre la infancia en Argelia. Menos mal que la cerveza artesanal nos facilitó la charla. Gracias a Pilar, Lola, Ana y Manuela, a Carol y Dehi, a Julia, Álvaro y Mateu, a Pablo,Alicia, a Henar, Javier, Luan y Celia, a Jóse, Eugenia, Isma, Óscar, Lupe, Pol y su pandilla, Josechu, Cris y Epo, a Lola, Alfredo, el Tete, Renaud, Nadia y sus encantadores amigos argelinos, Monique, Isabelle, Roque y Mariana, a mis pequeños amigos, Jorge y Arnau, Elena, Paloma y Pablo, Miranda, Cristina y sus padres, Águeda que hacía diez años que no veía, y muchos otros que olvido o que conicí ayer, (alguno que vivió la misma experiencia que Pierre y Alain en la independencia argelina) y con los que apenas pudimos charlar y que no se amedrentaron con esos 40 grados.
Y sobre todo gracias a Alain por darnos sus recuerdos y a Carlos por sus colores.

Pacosales

La expo estará abierta hasta el 16 de junio.






 



5.5.15

Exposición de Planchas en el Instut Français de Valencia.


Lo confieso, soy un admirador apasionado de las acuarelas de Carlos Maiques. Quien además es mi amigo, y esa admiración fue una de las ideas que originó la realización de este libro.  
¿Qué mejor color para sugerir ese ambiente mediterráneo africano, esos recuerdos de una infancia perdida y vivida de modo salvaje?
Personalmente me gusta buscar un registro gráfico y un dibujo adecuado a cada historia, más que empeñarme en buscar un estilo propio y reconocible. Cuando empezamos a abocetar esta narración hilvanada en base a algunos recuerdos de mi suegro Alain Bonet nos dimos cuenta que las manchas de Carlos transmitían más que textos o encuadres. Decidimos prescindir de la línea de tinta para encajar mejor dibujo y color.  Capas sucesivas de acuarela sobre el dibujo original iban matizando detalles y sensaciones. Luz, calor, noche, aventura, alegría, mar, desierto, peligro, violencia...
Por suerte de 140 páginas sólo repetimos tres o cuatro, por exigencia personal. Trabajamos la parte gráfica mano a mano, yo dibujaba de noche, y a la mañana siguiente tras unas preguntas para situar el momento de la acción, hora, estación, lugar, empezaba a aparecer tímidamente el color.

Si me ilusiona esta exposición de originales, es porque se pueda contemplar de cerca esos matices...







9.5.14

críticas francesas III


Una mala crítica, aunque aprobamos con un tres sobre cinco.
No íbamos a poner sólo las buenas aunque han sido la mayoría, por suerte.




         "Esta es la historia de tres chicos, Paul el pequeño judío, Bachir el musulmán y Pierre el francés blanco. Nacidos en Argelia, tierra soleada de vida sencilla y dulce. Salvo que estamos en los años 50'y que ciertos grupos locales armados reclaman la independencia del país. Así pues empieza la partida de los "explotadores blancos", esos pieds-noirs como les llaman con desprecio en la metrópolis. Sin embrago, la mayor parte de ellos están presentes en África desde hace generaciones, viviendo en harmonía con la población local. Pero la guerra barre todo esto, incluso la inocencia de los niños.
Es en efecto a través de los ojos de los niños que Pacosales y Alain Bonet cuentan este episodio trágico de la Historia, daño colateral de la descolonización. Un punto de vista interesante pero que tiene sus límites. Por que los autores oscilan entre cronología didáctica, que se ahoga y la crónica de la infancia un poco diluída (18o páginas parecen demasiado). Al conjunto le falta concisión y ritmo, y al dibujo precisión. Mientras que las escenas clave se ahogan en una paginación confusa- la recurrente ausencia de espacios en blanco entre las viñetas reducen legibilidad y tensión dramática. Todo el mundo no es Baru, autor en el que hemos pensado necesariamente, tanto por el tema como por las elecciones gráficas...  Sin embargo, Au nord-est d'Arzew consigue interesar por su tema poco tratado, su atmósfera suave y su registro narrativo que se acerca a todos los públicos. Decepcionante pero no fracasado.
"

Ya que he decidido recopilar en este espacio las reseñas aparecidas en Francia tras la publicación de mi libro, sería poco honesto omitir las desfarorables. Lógicamente no estoy de acuerdo con algunos puntos, soy humilde y sé que no es un trabajo perfecto, pero si conseguido, aunque no pretendía aportar revolución a la historia del tebeo, sólo contar una historia emocionante.
La crítica no me parece muy coherente. ¿Decepcionante pero no fracasado?
En primer lugar cuando algo, en este caso un libro te decepciona, es que te has hecho una idea previa y no encuentras lo que esperabas. No encaja con tu previsión. Hay muchas maneras de contar una misma histora y yo elegí el punto de vista de los niños, algo naif, no cronológico, desplazando su mirada de la violencia explícita, aunque se evidencia la escalada de terror que se produjo, y la angustia de la huída. Es cierto que podía haber sido más gore, o no. Y que hubiera sido igualmente interesante contar esta historia desde otro punto de vista. El padre de Pierre, la madre,  la comunidad judía, el criado árabe me hubiera interesado bastante.
Pero desde el principio ya antes de situarla en la Argelia de los años 50', yo quería profundizar en una narración sobre niños y su pérdida de los paraísos de infancia; con las acuarelas de Carlos Maiques dando vida a mis dibujos.
Y asumir algún riesgo al componer las páginas, no por capricho, sino por crear un estilo visual al servicio de la historia. Esto mismo que a este crítico le ha molestado, otros lo han elogiado.
Sin querer faltar el respeto a Benjamin Roure, alguien dijo en un policíaco: la opinión es como el culo, todos tenemos. Y algunos nos gustan y otros no, añado sin ningún tipo de animadversión.
Lo importante es que elijan Au nord-est d'Arzew entre la montaña de libros que se publican en Francia para dedicarle una reflexión. Gracias.


Por otro lado, que me comparen con Baru (uno de mis autores favoritos), aunque sea para decir que no tengo su nivel, es un elogio para mí. Es como si fuese guitarrista o cantante de bluesrock y alguien dice: "si, vale, pero no llega a ser Jimi Hendrix"
Así se lo contaba a Baru cuando charlamos en una firma en la feria del BD de Angoulême, cuando se enrrolló un buen rato hablando de Hendrix o Doctor Feelgood.