8.12.11

De cómo empezó esta historia

Tras muchos años sin dibujar cómics, pero sin dejar de leerlos, dedicado al Petit Atelier d'Arts, y centrado en el diseño gráfico y la ilustración, en 2o1o recibí el encargo de adaptar la biografía de un marianista mártir, por no saber callarse ante la injusticia de los nazis, por parte de SM. Fué un trabajo que disfruté, del que aprendí (gracias Pacoroca por tus consejos sobre bitono) y que realicé en absoluta libertad. "No callaré"De ese proyecto ya hablaré en otro momento, pero se puede leer aquí...




Como esta novela gráfica ( utilizo este palabro porque tenía unas premisas específicas en cuanto a formato y lenguaje gráfico, pero libertad de enfoque y narración,
alternando cómic y libro ilustrado), me dejó muy buen sabor de boca, tras nacer Mariana, mi segunda hija y sanar de un linfoma al mismo tiempo, decidí que tenía que plantearme un proyecto más largo.
Pero ¿qué historia? si has de dedicarle un año (al final dos), no puedes errar la elección.

De cómo empezó esta historia II



Siempre he amado la narración gráfica. El primer cómic que recuerdo haber disfrutado, fueron "Las doce pruebas de Hércules", de Calatayud, (¡Gracias De Ponent, por la reedición de lujo!) que aparecía periódicamente en la Trinca, y leía en mi colegio. Luego mi primo Curro me regaló un Corto Maltés. Y me puse a dibujar tebeos. De vez en cuando iba a Futurama, que por entonces estaba junto a Escolapios, y se los enseñaba a Manolo, ( ¿y a Capi?), y ahora por fín voy a presentar una obra en su casa, pequeña catedral de comiqueros valencianos.

Tras unos primeros bocetos y perfilar ideas, tenía tres cosas claras; quería hacer una historia con niños como protagonistas, pero no para niños; quizás por mi trabajo de profesor de pintura y educador en el Atelier, convivir con todas las edades y verlos evolucionar durante años.
Lo segundo, quería hacer una historia de época, ¿pero qué época?, no me apetecía una historia enmarcada en un género.

Lo tercero, aprovecharme de la mano (izquierda) privilegiada y superdotada para las acuarelas de mi amigo extraterrestre Carlos Maiques, antiguo compañero de fanzines en Malasombra.

Desde que conocí a Alain Bonet, padre de mi mujer, Isabelle, llevo oyendo anécdotas de
Pie noirs, algunas bastante imparciales y sesgadas, pero evocadoras de un pasado colonial reciente, pero pasado. Decidió tras jubilarse escribir una epopeya sobre tres generaciones de inmigrantes, y aquel mundo, para él una provoncia francesa, (la única en la que la mayoría de sus habitantes tenía menos derechos que una minoría), para mí una colonia de desheredados que debían sobrevivir lejos de su tierra de origen.


portada: pacosales


Tras leer un capítulo, le propuse participar en el guión y crear una historia centrada sólo en los años 5o-6o, con el trasfondo de la guerra de independencia, con unos niños como protagonistas, que deben abandonar los paraísos de infancia, emocionales y físicos. Siempre me ha interesado la forma en que los niños absorven, normalizan y asimilan lo que ocurre a su alrededor, sin juzgar, y superando (sin entrar en psicología, cuando no hay traumas profundos) lo que muchos adultos no pueden.
Por nuestras difencias de planteamiento y carácter, no se trata de una adaptación, sino que a partir de una época y anécdotas reales, nos separamos de su historia, en mi caso, para tener la libertad de crear.

Por suerte, Carlos encontró a Paco Camarasa en el Saló del cómic de Barcelona, le gustó el proyecto, y nos dió todas las facilidades. Empezamos con la tranquilidad de tener un (buen) editor. Todo encajó, la historia, el dibujo naturalista que pedía el escenario y el color mediterráneo.
Ahora sólo espero haberlo contado bien, que quede bien impreso, y que guste...