22.5.15

Un vernissage parfait au l'Institut Français...

14•5•15

Vivimos una tarde emocionante en el Institut Français, a cuyo personal damos las gracias por todas las facilidades que nos han prestado; su director Gérard Teulière que hizo una interesante introducción al  acto, Camille,Ester y Carlos. Presentando la versión francesa de nuestro libro y exponiendo originales de la novela y otras obras inspiradas en ella, realizadas en otros formatos y técnicas. Arropados por valientes amigos, familiares, aficionados y alumnos del Petit Atelier d'Arts, que se atrevieron con el sofocante calor argelino que vino a arropar una historia sobre la infancia en Argelia. Menos mal que la cerveza artesanal nos facilitó la charla. Gracias a Pilar, Lola, Ana y Manuela, a Carol y Dehi, a Julia, Álvaro y Mateu, a Pablo,Alicia, a Henar, Javier, Luan y Celia, a Jóse, Eugenia, Isma, Óscar, Lupe, Pol y su pandilla, Josechu, Cris y Epo, a Lola, Alfredo, el Tete, Renaud, Nadia y sus encantadores amigos argelinos, Monique, Isabelle, Roque y Mariana, a mis pequeños amigos, Jorge y Arnau, Elena, Paloma y Pablo, Miranda, Cristina y sus padres, Águeda que hacía diez años que no veía, y muchos otros que olvido o que conicí ayer, (alguno que vivió la misma experiencia que Pierre y Alain en la independencia argelina) y con los que apenas pudimos charlar y que no se amedrentaron con esos 40 grados.
Y sobre todo gracias a Alain por darnos sus recuerdos y a Carlos por sus colores.

Pacosales

La expo estará abierta hasta el 16 de junio.






 



5.5.15

Exposición de Planchas en el Instut Français de Valencia.


Lo confieso, soy un admirador apasionado de las acuarelas de Carlos Maiques. Quien además es mi amigo, y esa admiración fue una de las ideas que originó la realización de este libro.  
¿Qué mejor color para sugerir ese ambiente mediterráneo africano, esos recuerdos de una infancia perdida y vivida de modo salvaje?
Personalmente me gusta buscar un registro gráfico y un dibujo adecuado a cada historia, más que empeñarme en buscar un estilo propio y reconocible. Cuando empezamos a abocetar esta narración hilvanada en base a algunos recuerdos de mi suegro Alain Bonet nos dimos cuenta que las manchas de Carlos transmitían más que textos o encuadres. Decidimos prescindir de la línea de tinta para encajar mejor dibujo y color.  Capas sucesivas de acuarela sobre el dibujo original iban matizando detalles y sensaciones. Luz, calor, noche, aventura, alegría, mar, desierto, peligro, violencia...
Por suerte de 140 páginas sólo repetimos tres o cuatro, por exigencia personal. Trabajamos la parte gráfica mano a mano, yo dibujaba de noche, y a la mañana siguiente tras unas preguntas para situar el momento de la acción, hora, estación, lugar, empezaba a aparecer tímidamente el color.

Si me ilusiona esta exposición de originales, es porque se pueda contemplar de cerca esos matices...